sábado, 2 de enero de 2016

Ecuador: el doloroso relato de una joven que fue internada por su lesbianismo


La joven narra que “salía de mi trabajo y dos hombres me tomaron a la fuerza para meterme a un carro, mi papá observaba y repetía: todo es por tu bien mijita”. Luego de siete horas esposada y sin alimento llegó a la Comunidad Terapéutica Femenina Esperanza.
El maltrato psicológico era constante, recuerda, además de la identificación errónea que le daban en las supuestas terapias de grupo.
  • Sáb, 06/15/2013 - 18:26
Acomoda sus lentes de marco color vino. Luego, su celular no para de moverse entre sus manos. Estaba incomoda. Recordar el ‘infierno’ que vivió durante 21 días de "encierro y maltrato psicológico" la pone así. ¡Empecemos!, dice, sin embargo, Zulema Constante Mera, de 22 años y empieza a contar cómo quisieron ‘curarla’.
Zulema dice haberse sorprendido de que el sincerarse con sus padres le traería problemas. El 25 de marzo pasado les confesó que es lesbiana y tiene una novia, Cinthya Rodríguez, de 21 años.
El rechazo fue inmediato. De nada sirvió que luego una psicóloga clínica les explicara que la homosexualidad no es una enfermedad y que debían trabajar en aceptarla. Y lo reiteró la propia Zulema, quien está por graduarse de psicóloga. Este episodio marcó la salida de su hogar para irse a vivir con Cinthya donde, dice, halló la aceptación que necesitaba en los padres de su pareja.
El 17 de mayo aceptó una invitación a almorzar ‘para arreglar las cosas con su familia’. “Salía de mi trabajo y dos hombres me tomaron a la fuerza para meterme a un carro, mi papá observaba y repetía: todo es por tu bien mijita”. Con sus ropas rasgadas por la resistencia que dio, Zulema fue esposada, así permaneció las siete horas de viaje a Tena (Napo).
Sin alimento llegó a la Comunidad Terapéutica Femenina Esperanza, dijo Zulema. “Me recibieron unas chicas uniformadas en una capilla y me dijeron que estaba prohibida la fuga, el robo y ser lesbiana”. Le asignaron una sombra (vigilante), Paulina, de 34 años, y el cuarto número 5, pero no le dieron de comer. “Paulina era de Latacunga y llevaba 45 días por adicción a las pastillas”.
La jefa de planta, Maribel, se presentó y reafirmó las reglas del centro. Con Zulema, en el centro había nueve internas, cinco de ellas menores de edad. Compartía su cuarto con Miriam (14), quien era del Coca y estaba por adicción al alcohol y drogas. Sin comer, Zulema se acostó a la 01:00; cuatro horas después empezarían los insultos y la materialización de las indolentes reglas del centro.
El maltrato psicológico era constante, relata, además de la identificación errónea que le daban en las supuestas terapias de grupo donde la forzaban a tratarse como alcohólica y drogadicta. Casi todo el tiempo estuvo enferma del estómago por la comida en mal estado.
“Las papas venían con gusanos y a eso ellos le llamaban carne”, recuerda con desprecio, al igual que los 5 segundos que le daban para ir al baño y siempre con la puerta abierta. No recuerda cuántas veces escuchó hablar de la Biblia y que Dios había hecho al hombre y a la mujer y que debía cambiar. “Me desvalorizaron, me decían que estaría de 6 meses a un año en el sitio”.
Lo que no ocurrió porque Cinthya, amigos de la pareja y la Asociación Lésbica Mujer & Mujer hicieron conocer su desaparición y la presión en las redes sociales obligó a su familia a prometer muestras de su supuesto bienestar, el 5 de junio, y permitieron que regresara, para lo que contrataron un taxi que la trajera desde Tena. Sin embargo, con el temor de que luego sea recluida en otra ‘clínica’, Zulema se ganó la confianza del taxista, le pidió prestado su celular y llamó a su pareja para pactar un encuentro en la vía Durán-Tambo.
“El taxista no tenía mucha información, solo le pagaron por el viaje, por eso pude engañarlo”, comenta Zulema, quien se reunió con Cinthya a las 08:30 del 6 de junio e hicieron público el hecho en una rueda de prensa en la Defensoría del Pueblo, junto a su abogada, Silvia Buendía.
Ahora, distanciada de su familia, sigue su vida con Cinthya, a quien llama Titi, y pide a las autoridades que regulen las supuestas clínicas que, según Lía Burbano, presidenta de la Asociación Mujer & Mujer, en el 2012 llegaban a 200 en el país.
La Comunidad Terapéutica Femenina Esperanza fue clausurada el pasado miércoles, informó Burbano. En todo el trayecto intenté escapar del carro como tres veces, por lo que me apretaron más las muñecas (con las esposas) hasta tal punto que las tenía hechas trizas”. Zulema Constante Denunciante

autor

El Universo.com

DECLARACIONES ZULEMA CONSTANTE Y LIA BURBANO

https://www.youtube.com/watch?v=GVzU8mXztMw

No hay comentarios:

Publicar un comentario